Consiste en añadir óxido de magnesio a la solución azucarada y mantenerla por un tiempo de contacto a temperatura ambiente, calentar la mezcla hasta alcanzar una temperatura aproximada a 105 grados C. bajar rápidamente la temperatura por debajo de 86 grados C, mantener el líquido en un tanque de floculación hasta que sustancialmente todas las impurezas se hayan coagulado, separar las impurezas floculadas y neutralizar el líquido purificado hasta un PH alrededor de 7.